¿Y la educación?

Tenemos la percepción totalmente errónea de que el feminismo en España apenas tiene unos añitos, la típica frase “es una moda” o, en contraposición, tenemos a la gente que dice “el feminismo de ahora no vale, valía el feminismo de antes”, siempre sin especificar cuánto antes.  Apenas tenemos información del feminismo de la II República, ése que consiguió el derecho al voto de la mujer española por primera vez, ése que estuvo encarnado en grandes escritoras como María Lejárraga o políticas como Federica Montseny, la cual aprobó la primera Ley del Aborto en plena Guerra Civil, aunque solo fuese aplicada en Cataluña. ¿Por qué no se estudia en Literatura o Historia a estas mujeres? Existieron, fueron importantísimas, consiguieron en España unos derechos antes ni imaginados, y, aunque fuesen exiliadas e invisibilizadas por toda la lacra franquista que siguió a ese corto periodo de progreso que supuso la II República, estamos en pleno 2023.

Lo mismo ocurre con los temarios de asignaturas como Filosofía- la ciencia del pensamiento, o del pensamiento machista, mejor dicho- cuyos temarios se basan en un listado de señores que hablan de cosas muy abstractas y muy misóginas, y si no que se lo digan a Rousseau.

Sin embargo, luego llega el 8 de marzo y todos los partidos se ponen sus camisetas moradas, los cuales probablemente no sepan ni por qué el morado es el color del feminismo.

  •  Y tú lectora, ¿lo sabes? Bueno ya te lo cuento yo, era el color de las telas de la famosa fábrica textil que se quemó con miles de mujeres dentro en 1875-

El caso es que llega marzo y ya empieza a oler “a mujer”, los programas hacen especiales y las políticas dan mítines, este año incluso se “han inventado” una Ley de Paridad en los Consejos económicos y políticos- esta invención de verdad que lo que me produce es risa-. Durante el resto del año nadie revisa nada, se hacen leyes absolutamente machistas que venden como feministas, algunas sociales, otras jurídicas, pero nunca educativas.

En efecto, a pesar de que con cada gobierno tenemos una nueva Ley de Educación, ninguna de ellas- haya sido redactada por hombres o por mujeres- cambia los temarios, incluye a mujeres significativas, habla de la historia de España más allá de una Guerra Civil y una Dictadura que aún hoy nos dura- no voy a entrar en el temita transición, aunque podría-, no hay “paridad” en la cantidad de hombre y mujeres filósofas, y no porque no existan; sólo en España tenemos a algunas de las mejores filósofas feministas contemporáneas, véase a Ana de Miguel, Amelia Valcárcel o Rosa Cobos. No se revisan los temarios de ciencias para desmontar el “mito del varón cazador”, que tan bien desmonta De Miguel en “Ética para Celia” y que os resumiré: para la ciencia, incluso a día de hoy, el hombre toma la posición erecta primero, caza y desarrolla estrategias para la misma y, por tanto, es la base de la evolución humana. ¿Y la mujer? Bueno la mujer no hacía nada, parir. Ese mito, que si lo pensamos con lógica no tiene lógica ninguna, sigue vigente en los temarios de los institutos- sí, también públicos- de nuestro país. Eso sí, el 8M “muy feminista y mucho feminista”.

El año pasado, y también éste, nos encontramos con el feminismo dividido, unas piden abolición y las otras bailan al ritmo de batucadas, pero sigue sin quedarme claro por qué ninguna pide educación. Educación en el feminismo, reescritura de temarios, igualdad en la cantidad de hombres y mujeres estudiados en todas las asignaturas. He llegado a la conclusión de que la educación es un activismo silencioso, no da likes ni hace un enorme ruido en los medios de comunicación, y por eso, no entra como una de las grandes reivindicaciones en el 8M.

Sin embargo, la educación es la base de todo. Si somos machistas es porque nuestra educación- tanto reglada como no- lo es. Si las siguientes generaciones vienen con un negacionismo innato de asuntos tan graves como la violencia de género es por falta de educación, si las adolescentes ven OnlyFans como algo empoderante es por falta de educación, de educación feminista, obviamente. Quizás sea por mi profesión, pero me parece que una educación- a nivel reglada- feminista, debería ser la principal reivindicación en cualquier persona que se haga con el carnet más codiciado de los últimos años: el carnet de feminista.

Fátima Fatuarte Díaz
Periodista

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre protección de datos Ver más

  • Responsable: Jose Maria Pedrosa Muñoz.
  • Finalidad:  Moderar los comentarios.
  • Legitimación:  Por consentimiento del interesado.
  • Destinatarios y encargados de tratamiento:  No se ceden o comunican datos a terceros para prestar este servicio. El Titular ha contratado los servicios de alojamiento web a WordPress que actúa como encargado de tratamiento.
  • Derechos: Acceder, rectificar y suprimir los datos.
  • Información Adicional: Puede consultar la información detallada en la Política de Privacidad.

Secciones

Temas

Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos de la navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios. Si acepta o continúa navegando, consideramos que acepta su uso.    Más información
Privacidad