
Testimonios de jóvenes afganas II
1. Gimena Está lloviendo a cántaros y recién terminé de dar clase a mis niñas. En realidad, si lo pienso dos veces, es ridículo llamarlas así…”mis niñas.” Ni son niñas ni son mías. No son niñas, porque han vivido experiencias que ni nuestras abuelas han tenido que vivir. Todas han