Esta vez en mi ensalada de ideas para la editorial vengo a hablar de Playboy, el mito de la belleza, la justicia patriarcal y la defensa a ultranza que la población en general ha hecho a Jhonny Deep, en su juicio contra Amber Heard. Como podéis comprobar estoy más cerca del brote psicótico que otra cosa, pero voy a intentar relacionarlo todo lo mejor que pueda.
He leído en alguna web que Playboy nació como una revista para adultos, menos mal que luego en otro sitio he leído “revista para hombres”. Conceptualizar, como todas sabemos, es de vital importancia. El primer ejemplar fue lanzado en 1953, con Marilyn Monroe en la portada, y con un mensaje muy simpático de su creador Hugh Hefner: “«Queremos dejar claro desde el principio que no somos una ’revista familiar’. Si eres la hermana, esposa o suegra de alguien y nos recogiste por error, por favor pásasela al hombre de tu vida y vuelve con tu compañera de casa». ¿Qué pasa? ¿Te habías creído lo de que este hombre era gracioso de verdad no?
Playboy sigue vigente a día de hoy, pero desde 2015 ya no salen en las portadas mujeres sexualizadas, no obstante en la versión mexicana por ejemplo tienen una sección llamada “chicas”, sin embargo me parece curioso hacer un pequeño recorrido por los hombres que han aparecido en portada: En Julio de 2020 Bad Bunny en la edición de EEUU, diré a su favor que a diferencia de otros hombres, él aparecía solo en las fotos, sin ninguna mujer como objeto decorativo.
En Octubre del 2020, Bretman Rock, apareció en la portada performando el traje de “conejita”, siendo el primer hombre de la comunidad LGB en copar la portada de la famosa revista, aunque de transgresor nada, y si no me crees busca la portada.
En la edición francesa, el primer hombre que acaparó la portada fue el rapero Joey Starr, que estuvo tres meses en la cárcel por agredir a su mujer y acumula 14 sentencias similares. Sin comentarios.
Como he dicho anteriormente han aparecido más hombres en las portadas, pero estos tres que menciono son los únicos que han aparecido sin mujeres alrededor como parte del decorado.
Llegadas a este punto, ¿no te parece que Playboy apesta un poco a rancio? Pues agárrate que vienen curvas.
Resulta que el fundador de la revista, Hugh Hefner, un hombre con un perfil claro de proxeneta, aprovechando su marca del conejo y la revolución sexual del momento, montó un prostíbulo gigante, llamado Mansión Playboy, en ningún sitio reza como tal, pero ya os lo confirmo yo. Depredadores sexuales a la altura de Bill Cosby eran asiduos a las fiestas de la Mansión. Así que lo que durante años fue considerado como una atracción para ricachones y chicas jóvenes e incluso menores que solo querían ganarse un dinero extra y fama, resultó ser una pesadilla, donde ellas tenían que tomar sedantes para aguantar las violaciones de ellos, de hecho varias murieron a causa de sobredosis. Hay una serie sobre todo esto para quien le interese, “Playboy americano: La historia de Hugh Hefner”.
La marca Playboy está también detrás de varios negocios de ocio, como el club de Nueva York, y es en este lugar donde transcurre la historia de Margarita St. Cross, en 1971, una camarera a la cual despidieron por “haber perdido su aspecto de conejita”, sobra decir que los varones que desempeñaban el mismo trabajo que ella no estuvieron expuestos a la mismas valoraciones.
Margarita en el juicio dijo más o menos que la dejaran conservar su empleo porque aún conservaba su belleza solo que con el paso del tiempo su aspecto era más maduro.
Pues bien, la corte de apelaciones de los derechos humanos dictaminó que en una profesión con gran exposición al público la belleza de una mujer era una condición para conservar el empleo, o directamente acceder a él.
Es decir, que la visión del empresario sobre la belleza de una mujer era más importante que el propio criterio de ella misma, por lo que a Playboy Club se le daba competencia total para evaluar a las mujeres según su físico.
En palabras de Naomi Wolf: *En las querellas laborales ordinarias el empresario intenta demostrar que el empleado es merecedor del despido mientras que el empleado o empleada tratan de probar que merecen conservar su empleo. En cambio si la belleza es el requisito profesional imprescindible, una mujer puede afirmar que está cumpliendo con su labor, su jefe puede negarlo y según esta resolución el jefe es quien automáticamente gana el pleito. Desde 1971 la ley ha aceptado que en un puesto de trabajo puede existir un estándar de perfección con respecto al cual se valora el cuerpo de una mujer y que si una empleada no lo alcanza, puede ser despedida. Sin embargo nunca se ha establecido legalmente un estándar de perfección semejante para el cuerpo masculino”.
Esto queridas, no es más que un ejemplo minúsculo de que la justicia es patriarcal desde que la justicia es justicia. Por lo tanto, y siendo repetitiva, de justicia, poco.
Y hablando de justicia, voy a meterme de nuevo en camisa de once varas, lo que a mi me gusta; polémica a tope.
Johnny Deep y Amber Heard, como seguramente todas ya sabemos se está celebrando un juicio entre estas dos personas, lo que quizás sea más desconocido es que es un juicio por difamación, con una demanda de él y una contrademanda de ella. Por lo tanto no se está juzgando si hubo maltrato o no, sino que esto se tomaría como asunto adyacente en la difamación con efectos en la imagen pública de ambos.
Ahora bien, todo este tema se remonta unos años atrás, cuando Amber decidió separarse del actor, y pidió una orden de alejamiento por violencia doméstica, la cual retiraría poco después para firmar un acuerdo con Deep y así comenzar un proceso amistoso.
En 2018 con el estallido del #metoo Amber escribió un artículo hablando de “una figura pública que representa el abuso doméstico” y donde afirmaba que «tuvo la rara ventaja de ver en tiempo real cómo las instituciones protegen a los hombres acusados de abuso”, en este momento fue cuando Disney despidió al actor por mal comportamiento reiterado, y a raíz de esta movida es de donde surge la demanda por difamación de Deep hacia Amber, y más tarde la contrademanda de ella.
Otro dato que también sabemos es que el tribunal superior rechazó la demanda de Deep hacia el periodico “The Sun” por haberlo acusado de “maltratador de esposas” y detallar diversos incidentes violentos contra la actriz, sentenciando así que el actor llegó a agredir a su exmujer en más de doce ocasiones llegando a hacer que esta temiera por su vida.
Hay mensajes, vídeos, testimonios, información a reventar, el juicio parece una serie de Netflix, en el que Amber está sufriendo además un juicio mediático, con miles de personas afirmando que no parece una víctima, acusándola de manipuladora y loca, ¡qué novedad y original todo!
¿Recordáis el caso de La Manada no? ¿Recordáis también a los detectives privados que espiaron a la víctima para ver si llevaba una vida normal tras ser violada?
¿Tenéis en mente el caso Nevenka? Estas fueron las palabras del fiscal del caso, José Luis García Ancos durante el juicio: “Usted no es la empleada de Hipercor, que le tocan el trasero y tiene que aguantarse porque es el pan de sus hijos”.
¿Qué aspecto tiene una víctima? ¿Cómo tiene que ser la estabilidad emocional de alguien que ha sufrido maltrato? ¿Cómo se prueba el abuso cuando ocurre de puertas para dentro? Amber grabó un vídeo de Deep borracho y agresivo, y cuando este se da cuenta le revienta el móvil.
La justicia siempre nos ha tratado como personas de segunda, y si ahora vas a exclamar: ¡Con la palabra de una mujer se arruina la vida de un hombre!, te aconsejo que mires detalladamente cuántas mujeres muertas a causa de violencia machista tenían orden de alejamiento. También te insto a reflexionar, cuántas de esas mujeres que no se atreven a denunciar lo harían después de ver el acoso y derribo que sufre una mujer por no cumplir con el papel establecido que se supone que tiene una víctima.
La verdad es que yo no puedo saber al 100% cuál es la verdad, lo que sí sé es que estoy del lado de las mujeres, y podría enumerar muchas razones, pero voy a ir a lo fácil: ESTADÍSTICA. Puede que me equivoque, pero creeré a todos esos hombres que solo postean casos de violencia cuando es el hombre el que supuestamente la sufre, y que luego claman por la igualdad, cuando se hagan eco DIARIAMENTE, de la violencia sistemática y estructural contra las mujeres.
ANYTA BELLE
Enfermera
SI VIS PACEM. PARABELLUM
Amar con todo, reír por nada y luchar sin miedo. La indiferencia ante lo injusto es el mayor acto de cobardía.