Jenifer Medina
Llevo un tiempo en el que me crecen pelos en el mentón, de esos que un día te descubres porque te tocas la cara y algo te pincha y te da como dentera y gusto (gustera) a la vez, luego frente al espejo te das cuenta que llevas algunos largos, duros, a veces tienen color y otras no, pero ahí están. Como las canas, que un día te notas que el pelo te “brilla” de un modo distinto y al acercarte de nuevo al espejo, notas un pelo blanco más rugoso y rebelde, que sobresale entre el resto, sobre todo si tu cabellera es oscura como la mía, en cualquier parte del cuerpo. Puede parecer que paso demasiado tiempo delante del espejo, pero rechazo que el motivo sea por vanidad, necesito verme y reconocerme según mis ojos y mi verdad, no según la que el resto del mundo vierte sobre cada una de nosotras y nuestro físico desde que nacemos.
Delante del espejo, también percibo que mi cara no es tan tersa como antaño, que hay muecas que después de hacerla dejan surco en mi piel y no se borran, como si fuera una huella en la arena de esas a las que el frescor del mar no llega a suavizar ni borrar, pero es que ¿acaso nos hace falta que algo nos borre el paso del tiempo sobre nuestro cuerpo? ¿Es acaso lógico?
Vamos a pensar en Antonio, que es un señor con canas en toda la cabellera de su organismo (hombros y pecho incluidos), de hecho muchas de ellas las lleva sin afeitar en la cara, y crecen como los vectores de viento en un mapa meteorológico, cada uno orientado libre. Le han aparecido además ciertas arrugas cerca de la boca y la frente, que le dan un toque de lo más atractivo. Para Antonio y su entorno es lógico: tiene 35 años está madurando cumpliendo años, viviendo, dejando que la vida le deje huellas, cicatrices, que le empape y le marque, y no se gasta ni un euro en tintes, ni en cremas, para borrarlo.
Qué gusto y qué libertad no sentirse tan presa de ir cambiando cada X años de tipo de crema facial, maquillaje, saber cuándo hay que empezar a usar una para el contorno de ojos, anticelulítica y antidurezas de los pies, y de saber cuál es el tinte que mejor te disimula las canas, te las tapa, y te dura, y sobre todo usar todos estos productos antes de sea demasiado tarde.
¿Os dais cuenta disimular, tapar, usar productos anti(inserte palabra) paso del tiempo…? Y sobre todo saber usar esos productos cuando no-sea-demasiado-tarde, porque sí, en nosotras hay un demasiado tarde, chicas. Las canas volando libres en nuestra melena es una señal de aviso (esta chica va poco a la peluquería), que se nos noten signos de edad -señal inequívoca de que estamos vivas- otra señal de alerta (esta chica qué poco se cuida, con lo bien que le haría un poco de maquillaje). ¿Os dais cuenta del tipo de concepto que al final tenemos de cuidarnos? Estar delgadas, maquilladas, depiladas, peinadas, vestir con estilo, y sobre todo bien de cremas y tintes, con sus disruptores hormonales que nos machaquen un poquito nuestro sistema endocrino, y todo ¿para qué? Para que se nos vea que aunque cumplamos años, seguimos siendo útiles para el sistema que nos sigue tratando como a un objeto sexual.
Es lo que se nos ha vendido toda la vida, desde niñas, debemos aspirar a que nos llamen guapa, a que nuestra ropa o nuestro peinado llame la atención, así que cuando somos mayores, no, naturalmente no vamos a poder despojarnos tan fácilmente de la idea de necesitar que sigan reconociendo nuestro atractivo físico. Es curioso, porque ya os voy adelantando, que todas vamos a cambiar, que a todas nos van a salir pelitos en la barbilla, e incluso alguna vez alguien nos los va a ver… e incluso puede ser, que después de hacerlo nos siga queriendo, hablando, y valorando igual que si no lo tuviéramos. Igual pasa con las arrugas, con que la piel de nuestra cara sea algo más flácida, o nuestra barriguilla asome entre la camiseta como si tuviera calor. El atractivo es algo subjetivo, en tanto que, a cada cual le puede parecer atractivo algo totalmente diferente al resto (un tipo de cara, el color de ojos o nariz, la simetría), pero también tiene mucho de construido, de lo que vemos en revistas, televisión, redes sociales.
¿Qué tipo de mujeres mayores de 50 años salen mucho y destacan a día de hoy en esos medios? Corrijo, ¿qué tipo de mujeres mayores de 50 años salen en esos medios?, ay perdona, vuelvo a corregir, ¿qué tipo de mujeres salen en esos medios?
No hay prácticamente mujeres mayores de 50, y las que hay o están operadas o las que no, son preguntadas por cómo llevan envejecer y qué les dicen sus hijos/as acerca de no haberse operado; da igual si se llaman Meryl Streep, Carmen Maura o Ángela Molina, da igual los reconocimientos laborales, premios, número de películas que hayan podido hacer, aquí hemos venido a hablar de vuestro físico, señoras. Menos mal que algunas sacan algo de carácter y han perdido el miedo (bendita edad, que te hace dejarte muchos miedos por el camino), y contestan a las sandeces que les preguntan o les dicen sus propios compañeros de profesión. Da igual si el objetivo era hacer un comentario, proponer una mejora en su físico o preocuparse por su futuro laboral, para decirle a una mujer ¿por qué no te operas? Cállate la boca, hijo.
Por crear un poco más de saña, diré que he querido nombrar a estas tres maravillosas actrices mayores de 50 años, porque aparte de ser representantes de cierta naturalidad, y libertad, son de las pocas que siguen teniendo trabajo a su edad. Se ve que no hay papeles que se puedan inventar para ellas, porque ¿a qué se dedica una mujer mayor de 50 años si no es a leer el Lecturas en la peluquería o a comprar en Mercadona?, ¿verdad? En un mundo en el que han conseguido hacer películas acerca de extraterrestres, personas que rejuvenecen conforme pasa el tiempo, superhéroes, o zombies, resulta que dar un papel a mujeres mayores de 50 es súper complicado.
Nada tiene que ver que de nosotras se haya esperado, aparte de cumplir con nuestro rol de objetos sexuales de por vida, ser seres reproductivamente activas. En otras palabras que, después de tener la menopausia, desaparezcamos del mundo del entretenimiento y que nos apartemos a quedar con las amigas en la cafetería a hablar de la vida. Ese es nuestro sino porque, total ¿qué vamos a aportar nosotras?
Siento decirle a toda la sociedad, que no dar espacio y voz a la gran cantidad de mujeres que tienen más de 50, es reducir al ser humano, su conocimiento, su legado y su verdad, porque sí, las mujeres vivimos más años pero estamos más silenciadas, menospreciadas y ocultas que nadie. Si la media es llegar hasta los 87 años en España, y desde los 50 se nos considera seres menos útiles, más ridículas, y sin nada que aportar, ¿cuántos años de nuestra vida echamos por la borda? ¿Vamos a permitir seguir viviendo los años que nos queden mirándonos con desprecio al espejo, dejándonos medio sueldo en potingues y tratamientos para disimular que estamos vivas?
Querida amiga, da igual la edad que tengas cuando leas esto, pero ojalá te dé que pensar, y te permitas a ti y a tus amigas, resignificar cumplir años, ojalá digamos al mundo que aquí estamos, que nos merecemos las mismas oportunidades, portadas y el mismo tratamiento respetuoso que les dan al envejecimiento de ellos, que no es ni mejor ni peor, pero al menos existe.
Resignificando cumplir años que es gerundio, amigas.
Un comentario
Una maravilla gracias por Hacernos ver ese gran concepto de lo que es cumplir años y lo hermoso que es yo tengo 50años y soy muy feliz de tenerlos al lado de mi hogar y mis hijos y de las personas y familia que me aman y quieren por todo esto gracias. Ati.. Dios te bendiga