Por Sara Lauper
Paula Fraga es jurista, integrante de El Jacobino, columnista en El Español, muchas personas la conocerán por el feminismo, también es divulgadora y activista feminista, integrante del grupo Contra Borrado de las mujeres, y socialista clásica. Quedamos cuando ya ha entrado el frío en la península, y ambas estamos algo pachuchas durante la videollamada. Conozco a Paula virtualmente de todo lo que he aprendido de ella desde que la descubrí, más bien dicho desde que me la descubrieron otras mujeres feministas. Siempre me ha parecido increíble el arrojo, más que justo y elegante, que le echa a cuestiones políticas a las que pocas personas suelen hacerle caso, y si se lo hacen se muerden la lengua, por miedo, miedo a las represalias, a las cancelaciones y el señalamiento, variedades de maltrato mediático-social a las que no para de ser sometida Paula. Siempre he admirado esa capacidad suya de superarse constantemente ante ese hostigamiento continuado. Desvirtualicé a Paula en una manifestación en Madrid, porque no solo puede aprenderse de ella por su conocimiento y divulgación teórica, por su actividad política y feminista, si no también por su ejemplo de activismo físico, aun sabiendo a los peligros a los que puede ser expuesta después del sinfín de amenazas vertidas sobre ella.
Hoy mi conversación con Paula, y lo que aprenda de ella no está centrado en el feminismo específicamente. Hoy hablo con Paula sobre un futuro proyecto político para España; El Jacobino. Ellos se definen en su website como “el think tank de la izquierda ilustrada y centralista en España.” Paula es integrante del grupo, y sus fundadores son Guillermo del Valle, director. Javier Maurín, codirector. Arturo Fdez. Le Gal, comunicación. Marc Luque, analista. Si nunca os habéis topado con alguno de los debates en TV, radio, o medios sociales, en los que aparece algún miembro del Jacobino os animo a que entréis en su web o canal de YouTube.
P: Cuéntanos Paula, ¿Qué es una “izquierda ilustrada y centralista”?
R: Con izquierda ilustrada hacemos referencia a esa primera generación de izquierda radical y jacobina, cuyo proyecto político definido, y plataforma de actuación, es la nación política republicana. Es una izquierda con aspiración universal, que pretende proteger y garantizar los derechos de los hombres y las mujeres frente a cualquier tentativa despótica, integrista, identitaria o excluyente. Por identitaria o excluyente nos referimos, por ejemplo, a lo que plantean los nacionalismos fragmentarios, pero también a otras cuestiones que la izquierda olvida, y que la izquierda está aceptando acríticamente, como por ejemplo el islam político: el islamismo, que se está aceptando, en nombre de la diversidad cultural y religiosa, se acepta e incluso entrando en instituciones, y nosotros decimos que la izquierda tiene que volver a esos principios de laicismo, entre otros, y oponerse a estas amenazas integristas, y dejarse de miedos de que nos vayan a llamar islamófobos o racistas, porque lo que estamos haciendo es defender la igualdad de todos los ciudadanos y ciudadanas, y ser críticas con el islam político, por ejemplo, por la vulneración de Derechos de las mujeres que comporta.
Hay que pensar que la izquierda ilustrada; el jacobinismo, tuvo una articulación histórica siempre de lucha democrática y reivindicaciones sociales. Luego esta pretensión universalista, racionalista y de reivindicaciones sociales tiene que ser adaptada a cada tiempo, obviamente no es lo mismo el jacobinismo que surge en la en la Ilustración con la Revolución Francesa que hoy. A nosotros nos dicen que el jacobinismo es algo residual, que ya no tiene ningún recorrido…
¡Por supuesto el jacobinismo tiene recorrido! Y la izquierda ilustrada tiene recorrido, en tanto en cuanto, estamos defendiendo los valores explicados como medidas políticas concretas. Y hoy, ser jacobina o defender la izquierda ilustrada, pues significa ni más ni menos que defender la nación política como instrumento o plataforma política, es decir; defender la integridad territorial, sin divisiones o fracturas y menos por cuestiones identitarias, como las que plantean los nacionalismos fragmentarios. También es importante destacar que para la izquierda ilustrada los derechos políticos se fundamentan en la ciudadanía, en ningún caso en derechos históricos de los pueblos, de los que hablan los nacionalismos fragmentarios. Hablan de territorios colonizados en el propio país, ¿dónde se ha visto que Cataluña, la región más próspera de España, sea un territorio colonizado? Cuando además tiene una cesión de competencias más amplia que en otras comunidades autónomas, por tanto, utilizan una neo-lengua y le dan la vuelta como quieren para vender una cuestión que no es. Nosotros decimos que los derechos históricos no son fundamento para legitimidades políticas; la legitimidad política reside en la ciudadanía, luego lo que defiende radicalmente la izquierda ilustrada es la igualdad entre territorios y entre ciudadanos.
P: Para El Jacobino ¿cuáles son los principales errores en la política Estatal actual?
- Paula me comenta que intentará ser muy breve pero que resulta complicado en esta cuestión. –
R: El problema es estructural. – Comienza Paula, tajantemente. – Es un problema base en el sentido de que este Gobierno se dice el Gobierno más progresista de la historia, socialista, feminista… y no está poniendo en marcha políticas socialistas, ni mucho menos políticas feministas, por ejemplo, la reforma laboral ha sido absolutamente insuficiente, y no está el Gobierno centrado en la defensa de los trabajadores y de los derechos laborales. Ya si hablamos del Ministerio de Igualdad y de las leyes que están saliendo de este ministerio, diciéndose el Gobierno más feminista de la historia, pues ya sencillamente es tomarnos es pelo, porque están haciendo políticas trangeneristas, políticas identitarias, que nada tienen que ver con los derechos de las mujeres, no solo nada tienen que ver si no que vulneran los derechos de las mujeres. Luego también se les llena la boca con que van a aprobar una ley abolicionista y lo único que van a hacer, es introducir en el código penal la tercería locativa, que es una modalidad de proxenetismo, y quieren sancionar al putero a través de multas, introduciéndolo como un tipo penal (una figura) de prostituidor, cosa que yo como feminista celebro, ahora bien, Podemos por ejemplo está exigiendo que se elimine la sanción al putero. Esto dejaría exonerado de nuevo a uno de los partícipes del negocio de la explotación sexual de las mujeres, pues sin demanda no hay trata, ni hay prostitución. Y hay que recordar también que Ley Orgánica de Libertad Sexual que se acaba de aprobar salió adelante precisamente porque el PSOE cedió para sacar la tercería locativa del Código Penal, porque eso en un principio iba dentro de la ley, y para que se pudiera sacar adelante se quita la tercería locativa, o sea que la Ley Orgánica de Libertad Sexual se ha olvidado de las grandes víctimas de la violencia sexual que son las mujeres prostituidas.
En otros ámbitos el Gobierno comete otros errores, por ejemplo, gobernar con partidos políticos nacionalistas que pretenden levantar fronteras entre conciudadanos y privatizar y romper el territorio político común. Y por si fuera poco en un continuo clima de cesiones a los chantajes nacionalistas, rompiendo absolutamente la igualdad entre territorios, y cediendo siempre en favor de los que más tienen.
- Al terminar comento con Paula si es cierto que la tercería locativa la sacó del Código Penal el propio PSOE en el año 1995, Paula lo confirma y hablamos de que fue en la legislatura de Felipe González. Y concluye Paula: “Es que el PSOE lleva 40 años diciendo que es abolicionista sin hacer medidas abolicionistas. Y eso es lo que ha estado haciendo el PSOE, continua traición a los trabajadores, al feminismo… todo esto, y ahora mismo ha venido a apuntalarlo Unidas Podemos.”-
Si alguna lectora o lector se pregunta ¿Qué es la dichosa tercería locativa?
Era un artículo del Código Penal que indicaba que: “podrá ser castigado quien con ánimo de lucro y de manera habitual destine un inmueble, local o establecimiento, abierto o no al público, a favorecer la explotación de la prostitución de otra persona, aún con su consentimiento”.
P: El nacimiento de El Jacobino surge de las políticas ineficientes de los últimos gobiernos, ¿qué cambios sustanciales propone para resarcir estas políticas?
R: Bueno, en primer lugar, desde El Jacobino, y desde cualquier organización que tenga una mínima pretensión política, hay que saber que efectivamente cuando se está en el poder gubernamental hay límites, claro que sí, y no estamos exigiendo tampoco lo imposible, no estamos hablando aquí de una Revolución de Octubre, pero por lo menos encaminarnos hacia la defensa de los derechos de los trabajadores, y limitar ese poder económico que hace que el poder gubernamental sea menor.
Por ejemplo, por hablar de medidas políticas concretas: paralizar el modelo de devaluación interna y competitividad externa, que se hace a través de los salarios, que implementó la reforma laboral de 2012. La reforma laboral de este año, la que ha llevado a cabo Yolanda Díaz, que primero dijo que iba a derogar la anterior, luego dijo que derogación técnica no cabía… lo cual parece una broma que ella como jurista nos hable en esos términos, porque por supuesto día sí, y día también, salen del Parlamento leyes que derogan otras leyes, derogaciones absolutas… o sea que lo que no hay es intencionalidad política ¿no? Entonces esta reforma, la de 2022, lo que viene a hacer es convalidar y consolidar la reforma de 2012 de Mariano Rajoy, de hecho, el propio Mariano Rajoy lo dijo, en la presentación de un libro suyo dijo que estaba encantado con esta reforma porque venía a consolidar la suya. Además, más del 90% de las políticas liberalizadoras de 2012 se blindan con la reforma de 2022, por tanto, otras de las cuestiones que planteamos nosotros respecto a la reforma laboral es revertir la flexibilización de los despidos objetivos que ha habido, y recuperar los 44 días de indemnización por despido improcedente, porque Rajoy lo bajó a 33 días y Yolanda Díaz mantiene esos 33. Luego respecto a la vivienda, desde el Jacobino proponemos convertir la vivienda en un verdadero derecho fundamental, con un amplio parque de vivienda pública, frenar políticas especulativas del suelo, y aparte también hay que mermar la brecha entre la tributación de rentas del capital y las rentas del trabajo, el IRPF, recuperar por ejemplo el impuesto de patrimonio y sucesiones. Es decir, una reforma fiscal progresiva y una armonización del fiscal. Básicamente que cuanto más se tenga más se pague a Hacienda, tan simple como eso.
Al final esto va de centrarse en lo importante, porque tenemos una izquierda institucional absolutamente desnortada, centrada en las cuestiones trans, que encima no solucionan nada, ni siquiera a las personas transexuales, centrada en cuestiones identitarias y en divisiones absurdas, y se ha abandonado toda pretensión universalista de defensa de todos los ciudadanos, de hombres y mujeres, defensa de los derechos de los trabajadores, de reivindicaciones sociales, entonces… está absolutamente desnortada. – Repite Paula con desesperanza. –
P: Sabemos que la propuesta de El Jacobino es hoy un ´Think thank´, un proyecto político audiovisual, pero ¿os constituiríais como partido político?
R: Ahora mismo no tenemos capacidad operativa para ser un partido político, y para luchar electoralmente con las máquinas electorales que son los grandes partidos, o sea ellos tienen financiación de todas partes, tienen todos los medios a su disposición y ahora mismo no estamos ahí, porque no tenemos financiación y no tenemos capacidad para enfrentar esas máquinas electorales. Y además nosotras somos una organización y las personas que la integramos somos continuamente difamadas, apartadas, se no quiere echar de los sitios de izquierda, se nos vincula con la extrema derecha, con el fascismo y el rojipardismo, y no puede ser absolutamente más falaz, es una etiqueta punitiva que lo único que pretende es silenciar nuestras críticas a la izquierda institucional, pero nosotros somos críticos con las izquierda institucional no por ser críticos, si no porque queremos una izquierda mejor, no porque estemos en la derecha, si no porque queremos una políticas verdaderamente socialistas y feministas. Entonces de momento lo que queremos hacer es impactar en el debate social, que se entienda y que la gente que está absolutamente harta y huérfana de partidos políticos, u organizaciones de izquierda, por lo menos sepa que hay otra articulación teórica y política posible alrededor de la izquierda y que hay personas que la estamos defendiendo.
Poco a poco ya nos iremos organizando y ojalá algún día tengamos esa capacidad, esa financiación, eso que nos hace falta para poder enfrentarnos a izquierda institucional, caniche y brilli brilli.
P: Sois eminentemente críticos con el posmodernismo ¿Qué opinión os merece la nueva Ley Trans? Y ¿qué peligros conlleva su inminente aprobación?
R: Respecto al posmodernismo, nosotros somos críticos en el sentido de que todo lo posmo ha supuesto el abandono de los grandes discursos universales, para todos los hombres y las mujeres, ha supuesto el abandono mismo de los grandes discursos racionalistas, por supuesto quedan grandes discursos racionalistas y universales, y hay que defenderlos, y hay que dejarse de fragmentación y atomización social que trae consigo el posmodernismo. Por ejemplo, ahora dentro del feminismo quieren hacer 50.000 corrientes, enfrentar a las mujeres del feminismo negro contra el feminismo blanco, cómo si existiera un feminismo negro contra uno blanco, cuando el feminismo es universal, también tiene esa pretensión universal y es para todas las mujeres. Ya no digamos el tema trans, dividiendo a las personas en categorías inventadas como ´CIS´, y demás categorías… en fin, enfrentándose a esa atomización, esa particularización, que se hace través de las teorías políticas y teorías académicas posmodernas se rompe la igualdad, y se rompen los discursos universalistas de la Ilustración, y bueno, discursos universalistas que defendemos desde la izquierda radical jacobina.
Ahora bien, si hablamos de la Ley Trans, tenemos que hablar de que supone la vulneración de los derechos de las mujeres, supone un maltrato a la infancia, un retroceso socio-jurídico y además atenta contra todas las políticas cuya base configurativa es el sexo. Es decir, que este Gobierno, que se dice el más feminista y progresista de la historia, está revirtiendo las políticas feministas que en su momento sí hizo el PSOE; porque si ya ni si quiera sabemos quiénes son las mujeres, si ni si quiera podemos decir que ser mujer es nacer con sexo femenino, ni se sabe, porque la Ministra de Igualdad, Irene Montero, cuando le preguntaron aludió que a ver si íbamos a tener que saber la talla de sujetador que tiene una mujer para saber si es más o menos mujer, o sea, no sabe ni quiénes son las mujeres, ¿cómo va hacer políticas para las mujeres? Eso para empezar, y continuando con la Ley Trans comporta una vulneración de los derechos de las mujeres por el principio de autodeterminación de género que pretende hacer derecho, concretamente en sus artículos 9 y 40. ¿Qué significa este principio? Significa que para cambiar de sexo registral, no tienes más que manifestar tu voluntad ante el Registro Civil, lo cual elimina los requisitos de la anterior ley, la Ley 3/2007; que exigía un certificado médico de disforia de género y tratamiento hormonal durante dos años, y realmente ni si quiera se exige el tratamiento hormonal porque es dispensable por temas de edad y salud, y realmente lo único que se está pidiendo es un certificado médico de disforia de género, que es lo mínimo, lo mínimo. Y esto no quiere decir que se esté patologizando a nadie, esto quiere decir que hay que certificar una situación de transexualidad. Y en todo caso, utilizando el falso principio de despatologización que usa esta ley, hay que recordar que la disforia de género es una psicopatología, por supuesto que sí, y al ser una psicopatología necesita un acompañamiento médico. Realmente lo que hace esta ley es introducirlo como una diversidad más, cuando realmente lo que se está es desprotegiendo, porque es necesario ese acompañamiento médico, indagar en esas causas, los porqués de la disforia de género y ver cuál es la solución en cada caso concreto, porque si además alguien pasa por una intervención o una transición, no nos estamos metiendo en eso y en esas decisiones, lo que estamos diciendo es lo que no se puede introducir en el ordenamiento jurídico. Entonces, cuando se eliminan esos requisitos y dejan que solo por mera declaración de voluntad un hombre se diga mujer, pues va a pasar lo que ya ha pasado en otros países, vulneración de los derechos de las mujeres, por ejemplo, hombres se meten en categorías de sexo femeninas y ganan en competiciones deportivas femeninas, con lo que se está vulnerando la integridad física y emocional de las mujeres deportistas, físicas porque se exponen al riesgo en deportes, en artes marciales y deportes de contacto, de enfrentarse a personas biológicamente más fuertes, y psicológicamente porque ven despreciado su trabajo, porque les roban el podio. Ya no hablemos de lo que pasa en las cárceles, es decir hombres, además con antecedentes de violencia sexual y machista, que hacen una petición de cambio de sexo registral y ya podrían ir a módulos de mujeres.
- Hacemos una pausa porque pregunto a Paula sobre algo que me llamó la atención en la Ley Trans; la especificación en su articulado de la ´violencia intragénero´, y le pregunto si no puede ser un problema al suponer un punto de encuentro con la frase más dicha por VOX “la violencia no tiene género”, ya que está definiendo esa violencia, describiéndola aparentemente igual que la violencia de género, y que se da en parejas del mismo sexo ergo cualquiera puede ejercerla, exactamente el mismo pretexto de la frase cumbre de la ultra derecha. Paula me comenta que efectivamente es así, y que,” claro que hay que quejarse de VOX, pero hay que cuidarse de no darles la razón, porque luego con este tipo de cosas se la dan. Una agresión en una pareja de mujeres no es violencia de género, es una violencia que tiene que ir tipificada por el tipo de lesiones que sean, o por el tipo concreto que sea en función de lo que haga, pero no es una violencia estructural, no hay todo un comportamiento aprendido a través del estereotipo y rol social para ejercer esa violencia de una persona contra otra, y esa es la base de la violencia machista. Lo que están haciendo es un batiburrillo.” Concluye Paula, retomamos la pregunta dejando la cháchara a un lado para hablar del tema quizás más peliagudo de la Ley Trans. –
Acerca del tratamiento de la infancia en la ley, nos parece muy peligroso que desde los 12 a 14 años, con autorización judicial, pueden cambiar el sexo registral, y desde los 14 sin autorización judicial, simplemente asistidos con representantes legales, y a los 16 sin representantes, con lo cual de primeras establece minorías de esas relativas. Luego el peso de una decisión así, que tiene trascendencia para toda su vida, con esas minorías cuando el Código Civil, en nuestras leyes, limita la capacidad de obrar de los menores precisamente para protegerlos, y aquí está haciendo justamente lo contrario. El problema es que estos niños que empiezan esa transición social; ese cambio de nombre, de códigos en el colegio, etcétera, a medida que crecen, porque todo en la sociedad los aboca a ello, se acabarán sometiendo a una transición médica, es decir; primero tratamiento de bloqueo hormonal, de hormonación cruzada y luego cirugías. Y ya se está dando con las leyes trans autonómicas, por ejemplo, la de Madrid permite desde los 9 años los bloqueos hormonales; concretamente desde el “inicio de la pubertad”, esto ya está pasando hoy, pero es que con esto se va a aumentar muchísimo porque lo están institucionalizando en una ley estatal, junto con toda la cultura queer que está bombardeando a los chavales, en los medios de comunicación, en Netflix y en todas partes. Y esta transición médica a la que son arrojados los lleva a una medicalización de por vida, de niños sanos, que supone muchos riesgos para la salud, que ni siquiera se saben todos ni están bien investigados, y uno de ellos que pasa en muchísimos casos es la esterilización, ¿cómo una persona con 12 años va a decidir quedarse estéril? También hay que pensar que medicalizar a gente sana, hacer pacientes de por vida, solo beneficia única y exclusivamente a la industria farmacéutica y por eso hablamos de lobby transgénero, y aquí no hay conspiración ninguna, aquí hay datos concretos.
P: Háblanos de la defensa del republicanismo como propuesta central de El Jacobino:
R: Nosotros somos republicanos, en el sentido de que, si estamos exigiendo igualdad para todos los ciudadanos, pues para todos, y esto significa que no puede haber instituciones arcaicas que están fundamentadas en los privilegios de origen o de nacimiento, y a ver nadie nace con sangre azul y nadie debería nacer con unos puntos de partida privilegiados frente a otros, nosotros creemos en la igualdad radical, así que por consecuencia tenemos que oponernos a la monarquía. De todas formas, esto hay que dotarlo de contenido, porque a nosotros no nos valen los cantos de sirena ¿no? Cuando hablan, por ejemplo, Otegui o Rufián de “repúblicas”, como si hubieran muchas repúblicas pequeñitas dentro de España, y otros miembros de la izquierda hegemónica cuando hablan de la república, a ver a la república hay que dotarla de contenido, nosotros queremos una república en un sentido determinado, no queremos sacar la bandera y ya está, igual que no me dicen nada los nacionalistas españoles con la bandera de España, tampoco me dicen nada sacando la bandera republicana sin dotar de contenido la república. Es decir, nosotros tenemos una propuesta clara una república unitaria, centralista y socialista, y además una república unitaria recordemos es como se definía la Segunda República, por eso digo, muchos sacan la bandera; los primeros los nacionalistas fragmentarios, estos partidos nacionalistas que se dicen de izquierdas, que es totalmente contradictorio y nacionalismos excluyentes, pero bueno, que se dicen de izquierdas sacan la bandera republicana, ¿y no saben que esa república con esa bandera llevaba en su constitución la prohibición de federaciones y una república unitaria, de defensa de la unidad territorial y nada de nacionalismos excluyentes, ni cesiones a los partidos nacionalistas? Deberían estudiar la historia para saber qué decía de la Segunda República y nuestra Constitución de 1931, la constitución de esa república.
P: Dado que este es un medio andaluz, creado, gestionado y escrito en su mayoría por personas de Andalucía, donde hay un componente cultural muy arraigado a la existencia de la comunidad autónoma, las personas lectoras se preguntarán ¿cómo se puede llevar a cabo una propuesta centralista del Estado sin que ello repercuta de manera negativa en nuestra población?
R: Es que, a ver, el planteamiento es falaz.
– Hago una pausa y confirmo, lo es, el planteamiento de la pregunta es falaz. Yo le propongo en la exposición de los hechos una cosa y continúo preguntándole otra, del mismo tema, pero en la exposición le hablo de los ojos que nos hacen tener los hechos históricos, y la propaganda política, acerca de Andalucía, y quizás de la palabra “centralismo”, por supuesto generalizando en que los andaluces tenemos un componente cultural arraigado y nos suena mal la propuesta. Y en la pregunta que se supone que viene a colación de eso yo le pregunto, cuando ya he hecho el planteamiento y he sugerido una conexión con las supuestas personas de las que hablo, le pregunto que como se lleva a cabo esa propuesta centralista sin que nos jodan, básicamente en la pregunta doy por hecho que estamos jodidos y que la propuesta nos jode, y además le sugiero que ya pensamos,(pensamos, esa supuesta gente andaluza que mira con ojos recelosos la propuesta centralista, pero en este caso he sido yo, la que ha hecho la pregunta y la suposición), que algo va a ir mal, porque nuestra pregunta sobre ello sería ¿cómo se hace sin jodernos? Con lo cual no solo es falaz si no que apela, o lo intenta, a los sentimientos de la entrevistada, Paula Fraga, primero diciéndole que los andaluces queremos mucho a nuestra tierra y su cultura, aludiendo a hechos, entre líneas, como el haber conseguido el estatuto de autonomía y de qué forma, concretamente en: “componente cultural arraigado a la existencia de la comunidad autónoma”, y luego sentenciando con la pregunta que casi dibuja el hecho de que esa propuesta nos viene mal y cómo van a hacer para que ese mal no suceda. En ningún momento es una pregunta periodísticamente intencionada, yo diría que es mi propio sentimiento el que me lleva a hacer una pregunta falaz, aquel que quiere una prueba muy muy clara, de que está equivocado. Y la tuvo, gracias a Paula Fraga y la claridad que tiene su discurso, así que os dejo con su explicación de por qué es falaz, que, sin duda, os va a dar muchas más respuestas que la mía. –
R: ¿Por qué el planteamiento es falaz? Porque no va repercutir de forma negativa, en el sentido de que nosotros, los jacobinos de hoy, y los que defendemos la izquierda ilustrada, no vamos en contra de la diversidad cultural, porque desde luego es diversidad cultural que haya tradiciones diferentes, y además es riqueza, tenemos mucha riqueza lingüística, mucha riqueza cultural, y está claro que nosotros optamos por respetar eso, lo que no queremos es que eso se instrumentalice para levantar fronteras entre conciudadanos y para hacer políticas excluyentes. Que no ocurra, por ejemplo, que yo como gallega me vaya a opositar a Cataluña y me pongan la barrera del lenguaje, porque tenemos un idioma común, si no tuviéramos un idioma común lo entiendo, pero es que tenemos un idioma común. Entonces nosotras somos críticas con las políticas excluyentes, pero en ningún caso con la diversidad cultural que respetamos y que por supuesto celebramos. Y luego también hay que pensar que la sociedad española tiene un planteamiento muy erróneo, una idea muy equivocada de lo que es el centralismo, cree que el centralismo es igual a Madrid, que es igual a fascismo, a franquismo… y nada que ver, simplemente es una organización territorial. Se puede organizar el estado en federaciones, en autonomías como tenemos nosotros, en fin, de varias formas, y entre ellas la que defendemos nosotros en centralismo. Pero es que, en esto, además, se aplica un principio socialista radical y marxista, que es que a quien más necesita más se le da, ya está. Por ejemplo, en el caso de Andalucía; si Andalucía necesita más recursos que Madrid, pues a Andalucía se le dan, desde el gobierno centralista, más recursos económicos, pero en función de cuestiones económicas no en funciones identitarias, ni en función de cuestiones políticas que dividen y enfrentan. Andalucía o el territorio que sea, si Galicia necesita más, lo que sea, pero es que ahora lo que está sucediendo es que un gobierno autonomista como el que tenemos da más a quien más tiene, porque ceden a las presiones y chantajes nacionalistas.
Otra de las cosas que significa el centralismo es acabar con el pacto fiscal contra la igualdad entre españoles que hay ahora mismo, ¿y por qué decimos esto? Porque el Concierto Económico Vasco y el Régimen Foral Navarro son regímenes privilegiados basados en derechos históricos que, como hablábamos antes, los derechos se fundan en la ciudadanía no en los derechos históricos, y estos territorios tienen un régimen fiscal privilegiado por ese chantaje y porque sí, entonces eso rompe la igualdad entre ciudadanos, o sea ¿Por qué hay que tributar más o menos en función de donde lo hagas en España? Entonces, queremos una Hacienda común, porque eso significa el centralismo recuperar competencias básicas, eso no quita que luego las comunidades autónomas, o como se organice el estado que si es centralista puedes llamarle comunidades autónomas o departamentos, como se acuerde, pero el caso es que eso no quita que luego haya territorios que gestionen o que tengan capacidad y funciones de gestión, de organización, pero las competencias centrales en toda su amplitud tienen que ser asumidas por el Estado, para todos los ciudadanos en cualquier territorio del país; hablamos de que no puede ser que la sanidad pública ahora mismo en Madrid se esté privatizando, porque eso va en contra de cualquier principio de izquierda. Y lo que tenemos también es que esto incentiva el dumping fiscal, que haya una competición entre las comunidades autónomas a ver quién va a bajar los impuestos, para que se vayan más empresas allí, por ejemplo, entonces fiscalidad, hacienda, sanidad, educación… tienen que ser competencias centrales, no puede ser que hay 17 políticas educativas, no puede ser, es que es una locura. En legislación hay muchísimas competencias cedidas y hay una anarquía total, no puede ser que, por ejemplo, la Ley de Arrendamientos Urbanos sea diferente en Cataluña que, en Madrid, una cosa tan importante como la vivienda, eso no puede ser ¿por qué tiene que haber unos ciudadanos más privilegiados que otros. Unos ciudadanos que lo pasan peor frente a otros por le leyes que salen de su gobierno autonómico, por tanto, todo lo que hemos dicho tiene que ser estatal; sanidad, educación, vivienda, fiscalidad, hacienda, por supuesto justicia.
El centralismo es simplemente un modelo de organización territorial que estipula la igualdad radical entre ciudadanos y territorios, o sea que nada de va en detrimento de andaluces, gallegos o catalanes, porque para nada, a quién más necesita más se le da desde ese gobierno central. – Concluye Paula, en representación de El Jacobino. Y yo intento no extenderme en la conversación que se genera en la despedida, aunque confieso que se me hace difícil porque siempre es complejo desear terminar una conversación con Paula. –
Sara Lauper
Periodista.
Un comentario
Qué bueno! Aunque me ha costado, de repente me siento más inteligente, en el sentido de más abierta a conceptos que no conocía. Gracias a las dos!