El suelo pélvico, como comúnmente se le conoce, es en realidad el conjunto abdomino-lumbo pélvico, EL CALP.
El CALP es un conjunto de músculos, órganos, huesos y tejidos de muchas clases (como el tejido conjuntivo) que nos ayuda a la estabilización de la pelvis y cuya función principal es CONTENER LAS PRESIONES que se producen dentro de ese conjunto.
No son unos músculos que sostienen nada. Son relativamente pequeños, no son fuertes, son muy resistentes y tienen una movilidad muy reducida (la contracción del suelo pélvico está adaptada al tamaño de ese músculo, y esos músculos son pequeños casi todos, no es como contraer un bíceps).
Estas estructuras son comunes en la mujer y en el hombre. Lo único que nos diferencia es que nosotras tenemos un orificio de más (la uretra y el ano son comunes, pero la vagina es propia de las mujeres), y por eso existen algunas patologías más comunes en mujeres que en hombres.
Y a eso le tenemos que añadir la propiocepción de la persona con el entorno, consigo misma y con el exterior.
Hablar constantemente de suelo pélvico como representación única de este CALP, es como hablar del mismo dedo cuando queremos hablar de la mano.
Uno de los órganos más populares actualmente es el clítoris. Este triste y pobre órgano tiene alrededor de 10 mil terminaciones nerviosas y cuya única función es DAR PLACER. De forma colateral interviene en la reproducción, ya que para que te penetren, esa y todas las estructuras deben estar en su mayor apogeo. (Laura Pastor habla de esto con evidencia científica).
No hace falta sacar a una criatura por la vagina para entender que toda la estructura aumenta su tamaño exponencialmente porque si no lo hace, NO SALE, MANOLO.
Si somos capaces de entender esto, podemos ir un poco más allá. Cuando se produce la expansión, y entendemos que el clítoris está metido en todo el meollo puede ser probable (porque posible siempre es) que al estar expuesto a una situación de presión importante, quede alguna secuela. No siempre se dan estas secuelas tras el parto, pero puede que sí, y ahí vamos a centrarnos, porque a las que vuelven a tener sus orgasmos fácilmente no les hacen falta soluciones.
¿Recuerdas de que se encargaba el clítoris? Exacto, DE DAR PLACER y es el causante de producir orgasmos en el cerebro. Si esa estructura se encuentra disfuncional, puede que el resultado se modifique, dando lugar a mujeres que comentan que sus orgasmos no son los mismos que antes de parir.
Si miramos desde el punto de vista vascular, pues también hay que tener en cuenta que el volumen sanguíneo en un embarazo aumenta de un 30 a un 50%, y el clítoris es igual que el pene, se pone llenito perdío de sangre para poder hacer su función, darte placer.
Y pares una criatura, y de repente ese riego sanguíneo disminuye, así, sumando cositas es normal que los orgasmos se sientan distintos.
Por lo que te diría que el primer paso es aceptar que sientes los orgasmos de manera diferente y averiguar qué ocurre, si eso es algo que te incomoda, buscar una solución. La fisioterapeuta de suelo pélvico, la matrona, la psicóloga sexóloga y la ginecóloga son profesionales que pueden tener información y/o formación.