En homenaje a las teólogas de la ATE
Desde el Desierto de Las Batuecas comparto esta oración de inspiración carmelita al abrigo del silencio y la soledad de la Ermita del Alcornoque.
Quien medita sobre su suerte de nacer varón
ningún privilegio menosprecia
mucho menos el servicio divino de la comunión
que a toda mujer se le desprecia.
Pues no hay nada que más descoloque
y que lleve a un clérigo
y a un alcornoque clerical
a más útil desengaño
que el ardiente vértigo
de una que se sofoque igual
en el altar y sus aledaños
y que al mismo Misterio invoque.
Pues no hay nada menos carmelista
aunque mana a borbotones
que un fiel predicador machista.
Que tanta litúrgica severidad
se sana con evangélicos sermones
de una taumatúrgica cura de humildad.
Ora pues sin más fervientes apaños
por los presbíteros y presbíteras,
por los doctores y las doctoras,
por los diáconos y las diaconisas,
ora ya sin más calientes paños.
Sí, me indigna,
pues no nacer varón
no la vuelve a una más necia,
ni en esencia ni en Venecia,
ni menos digna
de oficiar la Celebración.
Que si somos capaces de dar a luz
a tantos santos varones
¿por qué se parecen más a una avestruz?
Nuestras almas hechas jirones
soportarán también esta cruz.
Un ermitaño urbanita,
junio 2023
Poema inspirado en la décima que hay en la Ermita del Alcornoque:
Quien piensa en la muerte atento / fácilmente menosprecia / palacios que el mundo aprecia / con tan vano lucimiento. / En este humilde aposento / se siente de Dios el toque, / que no hay cosa que provoque / a tan útil desengaño / como ver a un ermitaño / que vive en un alcornoque.