A no ser que haga la aclaración utilizaré mayormente el género gramatical femenino, en referencia a personas. El concepto »veganismo» cada vez va siendo más vaciado de contenido, cuando no usado para fines sin relación ninguna e intereses capitalistas. Se sustituye por otros términos, como »antiespecismo» para evitar hablar de veganismo como tal; mientras, el mercado se ha apropiado del término otorgándole la equívoca concepción de »dieta» o »alimentación».
Las veganas tenemos una alimentación vegetal; una dieta o una serie de alimentos no pueden ser veganos, igual que tampoco pueden ser feministas, ya que carecen de conciencia ética. ¿Cómo nos vamos a extrañar de que haya personas »vegetarianas» que se consideren activistas por los derechos animales con esta concepción que hay del veganismo?
Hemos llegado a un límite de delirio que el »no comer carne los lunes» se considera activismo. Como resultado de estas confusiones, empiezan a llegar una serie de discursos que en principio parece que tienen argumentos en contra del veganismo; a continuación comentaré algunos y más allá de rebatirlos, veremos porque están lejos de tener relación con este.
Nos encontramos muchas veces que el debate en torno al veganismo se desplaza (de forma interesada) hacia un debate sobre ecologismo. Algunos de los temas más recurrentes son:
-El uso del agua.
-La contaminación.
-¿Por qué las personas veganas comen soja?
-La deforestación.
Y mi favorito: “Los sentimientos de las plantas”.
Este último no tiene relación con el ecologismo, ya que las plantas carecen de sistema nervioso centralizado, pero a pesar de esto, se utiliza como pseudo-argumento.
Es verdad que una dieta vegetal estricta ha reportado múltiples beneficios para el medio ambiente; aún así,
el veganismo y el ecologismo tienen objetivos diferentes, los cuales si se mezclan tienden a distorsionarse.
Una persona vegana no se convierte en ecologista, ni una persona ecologista se convierte en vegana, pero eso no significa que no tenga el deber ético de serlo.
El veganismo busca la liberación y los derechos animales; el ecologismo busca proteger el medio ambiente, aunque de forma antropocéntrica, siempre buscando el beneficio de las personas humanas por encima de los derechos animales; ya que si hace falta se asesinan o esterilizan animales en masa por supuesto «control».
El caso de las plagas sería el ejemplo más claro, algo que no significa otra cosa que animales a los cuales el ser humano quiere erradicar aludiendo a unas razones u otras, todas hipócritas, ya que no hay especie sobre el planeta que dañe más que la humana, ¿si es anti-ético referirse a personas humanas como «plaga», porque con los animales es diferente? Antropocentrismo.
Ligar ecologismo y veganismo es coaccionar a este por los beneficios o perjuicios que pueda traer al medio ambiente la liberación animal, la cual es mucho más urgente que cualquier tema ecológico, ya que estamos hablando directamente de seres vivos sintientes, e igual que con las personas humanas, tenemos la obligación ética y moral de respetar estos derechos.
El ecologismo siempre antepondrá el ecosistema a la abolición de la esclavitud animal.
El interés en este desplazamiento argumental está precisamente en desplazar el foco del objetivo real del veganismo, que no trata de cultivos ecológicos, ni es la lucha contra el cambio climático. El objetivo del veganismo son los derechos y la liberación animal de la esclavitud a la que está sometida por la humanidad.
Si necesitamos y queremos, por ejemplo, hablar de la vitamina B12 tendremos que hablar en términos de alimentación y nutrición, no de veganismo; una alimentación puede ser vegetal y ser sana o insana, depende de varios factores, pero otra vez, este debate tiene más relación con la salud que con el veganismo, el cual no puede ser encajonado en la concepción limitante de dieta basada en fundamentos bienestaristas.
Todo esto no ayuda ni aporta a los derechos y la liberación animal, como veganas es importante hacer activismo situando al veganismo en el centro, y evitar contribuir a la ocultación e invisibilización de este. Y si aún no habéis llegado al veganismo os animo a informaros y a leer, recomendando especialmente a Gary Francione; no dejéis que el mismo sistema que oprime animales dicte lo que es el veganismo.
Vera
Fotógrafa e ilustradora.